02/03/2023
Esta situación tuvo lugar el pasado 25 de enero cuando, Jhonattan Acosta, quien estaba acompañado de sus amigos, decidió trasladarse hasta la selva de Baures, en el departamento boliviano de Beni, con el objetivo de grabar videos y cazar. El cazador, se separó de su grupo y se perdió, quedándose desorientado y solo, armado con una escopeta con la cual logró defenderse de los animales salvajes que habitan en la húmeda región.
Asimismo, se conoció su travesía, en al cual contó que una noche fue atacado por cerdos del monte que deshicieron una de sus botas pero no lograron hacerle daño. Asimismo, comentó que todos los días rezaba para reencontrar a sus amigos o un camino que lo sacara de allí. Mi objetivo era llegar al río porque los 10 primeros días he tomado mi orina, no lograba conseguir agua ni fruta ". Ya miraba negro y creo me había desmayado en dos oportunidades, comentó en Radio Panamericana.
Tras pasar 31 días extraviado en la selva, Jhonattan había perdido 17 kilos, tenía un tobillo dislocado y presentaba un cuadro de deshidratación. Cuando fue encontrado, las autoridades notaron que tenía dificultades para caminar, dado que cojeaba. Comí gusanos, insectos No creerían lo que tuve que hacer para sobrevivir todo este tiempo, expresó en diálogo a Unitel TV.
En su trayecto, buscaba alimento constantemente, pasando a comer incluso frutas silvestres similares a las papayas, conocidas localmente como gargateas. O cuanta planta pudiera suministrarle comida, que le permitiera seguir con energía y lucidez.
Por otro lado, tras encontrarse con su familia, señaló: Agradezco mucho a Dios, porque me ha dado una nueva vida. Entre tanto, según manifestaron, aún deben reconstruir los detalles de cómo se perdió Acosta y cómo logró mantenerse con vida. Es por eso que lo interrogarán de a poco ya que todavía está traumatizado por la experiencia, publicó el diario citado.
Jhonattan, se encontraba sin herramientas, rebuscándoselas para poder sobrevivir. Fue así, que legado el día 31, perdiendo casi la esperanza, observó al grupo de búsqueda a unos 300 metros de distancia y fue hacia ellos como pudo, cojeando a través de arbustos espinosos y gritando para llamar su atención.
Fueron cuatro lugareños los que encontraron a Acosta pero en los largos días de incertidumbre la familia nunca perdió la fe. Asimismo, su familia nunca perdido la esperanza de hallarlo vivo, además de estar a gradecida con la gente que salió buscarlo y los grupos de búsqueda y rescate que trabajaron hasta encontrarlo.
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